Metamos en una bolsa de plástico una manzana con varios caquis, nísperos o cualquier otra fruta que no esté madura. Al cabo de unos días las frutas que están en contacto con la manzana madurarán. El efecto se debe a las feromonas que tiene la manzana. Esa influencia de la manzana me parece una excelente metáfora de la dirección escolar. La dirección ha de ser una fuerza que consigue que las personas que están alrededor de quien la ejerce acaben madurando y alcanzando su sazón. Sin ningún ruido. Sin ninguna violencia.
El diccionario define así la palabra feromona: “sustancia química que, emitida en dosis ínfimas por un individuo en el medio exterior provoca en los congéneres reacciones comportamentales específicas”. La acción de la autoridad ha de ser esa sustancia casi mágica que provoca el crecimiento. La etimología de la palabra autoridad tiene esa misma concepción de la que estoy hablando. En efecto, la palabra autoridad proviene del verbo latino auctor augere, que significa hacer crecer. (...)
(Texto integral)
sábado, 11 de outubro de 2008
CRÓNICA de Miguel Ángel S. Guerra: «Las feromonas de la manzana»
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